Querida mamá:
Hace casi un año que no te veo, desde aquel día en que me despisté y me quedé esperándote debajo de aquel coche. Estuve esperando y esperando a que vinieras a buscarme pero no lo hiciste. De repente, un día un hombre se acercó a mi y me cogió en brazos, Estaba asustada, no entendía lo que estaba pasando pero él trataba de tranquilizarme hablándome en voz bajita. Me llevó a una habitación en la que había otro gato y algunos juguetes. Yo me divertía, aunque por las noches estaba muy oscuro y te echaba nucho de menos; tenía mucho miedo porque no sabía qué hacía allí, por qué no venías a lamerme y a darme cariño.
De repente, un día se abrió la puerta y entraron dos mujeres, una ya la conocía, era la persona que me echaba la comida. La mujer que no conocía acercó su mano y yo intenté jugar con ella, pero de repente se levantó y se fue.
Creí que había hecho algo mal, que se había enfadado porque quería jugar con ella…y me sentí un poco triste. Al día siguiente esa mujer entró por la puerta con una caja grande y una sonrisa aún mayor. La mujer que me daba de comer decía unas cosas que yo no entendía mientras me metía en la caja. Volví a tener miedo porque no sabía a dónde iba, por un momento pensé que me llevarían contigo pero no fue así.
Al poco tiempo de salir de aquella habitación, mi nueva mamá me cogió en brazos y me presentó a un niño, parecía muy contento al verme porque sonreía mucho….yo quería jugar con él pero aún estaba un poco asustada así que me metí debajo de una cama y no salí hasta que nadie me llamaba. Entonces, ella me cogió de nuevo en brazos y me enseñó dónde estaban todas mis cosas: mi comida, mi agua, mi arenero…Noté que estaba segura así que rápidamente me puse a hacer lo que más me gusta: saltar por el sofá y jugar. Me pusieron de nombre Kira, pero creo que tengo dos nombres porque mi mamá humana a veces me llama Princesa.
En esta casa me cuidan mucho, a veces demasiado…mi mamá no deja que nadie abra las ventanas si estoy yo cerca y cuando llega a casa siempre me llama para saber dónde estoy y, si no me encuentra me busca por todos los lados…A veces se me queda mirando y los ojos se le llenan de agua mientras se pregunta qué habría sido de mi si aquella tarde nadie me hubiera recogido de la calle.
Antes jugábamos mucho por el pasillo, ella se escondía y me llamaba y cuando yo me acercaba me daba sustos; también se echaba en la cama y jugábamos con una bola de papel.
Ahora tengo una nueva amiga con la que juego, aunque no habla como yo, ella dice guau, guau. Es muy buena y a mi me gusta mucho cuidarla y lamerla para que ella sepa que la quiero mucho….aunque a veces se tira encima de mi y me muerde la oreja y me hace daño, pero yo sé que lo hace sin darse cuenta.
Me gustaría saber que tú estás también en una casa y que te tratan como una reina, como a mi.
Te quiero mucho, mamá, ojalá algún día podamos vernos.
Un miau muy grande. Kira
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me gustaría que siguieras adelante con tu blog =)
ResponderEliminar