lunes, 28 de junio de 2010

Lavado de cara y despedida

El sábado por la noche me puse a ver la televisión, no es que echaran nada del otro mundo pero bueno, algo había. En concreto la película "La hoguera de las vanidades"; empecé a verla y de repente, como si de una señal se tratara, aparece Moran Freeman en pantalla y me acordé de otra película, una de mis preferidas, una que no me canso de ver: "Cadena Perpetua". Me puse a hacer un poco de zaping y de en otra cadena estaban echando esa misma película, así que cambié a Tom Hanks por Tim Robbins y me puse a verla. Aguanté como una campeona hasta el final a pesar de saber cómo acaba, porque vale, la película es buenísima pero larga como un día sin café con leche!.
Cuando acabó, allá por las dos y pico de la madrugada me puse a pensar sobre su desenlace, sí, son de estas cosas que me dan por hacer a veces, quedarme pensando y pensando hasta quedarme dormida; es una fea costumbre cuando al día siguiente tienes que madrugar pero es casi la única manera de quedarme dormida aunque sea un par de horas.
La película tiene un desenlace que es casi, casi previsible, pero no la forma en que se lleva a cabo, yo no entiendo mucho de cine, pero suelo guiarme por mis gustos. Bueno, total, que me puse a pensar sobre un par de escenas: una es en la que aparece Andrew cansado, lleno de mierda (sí, literlamente) pero libre, mirando al cielo con los brazos en alto y la otra es la última escena, en la que Morgan se acerca a Tim, mientras éste arregla una vieja barca para ver cumplido su sueño.
De repente, como si una cosa extraña se apoderase de mi mente pensé: quiero ser como Andrew, quiero sacarme la mierda de encima y empezar de cero, una nueva vida...bueno, no literlamente, porque yo estoy muy contenta con mi vida, que es una vida normal a los ojos de los demás.
Y en eso estoy, tratando de limpiar mi mierda, todos los errores que he cometido y todas las meteduras de pata, todas las cosas que no dije y las que dije y no tenía que haber dicho. Aprender a hablar, aprender a callar. Así que aquí me encuentro, escribiendo esto que no sé ni por qué ni por qué no, para despedirme de todos los comentarios fuera de lugar, todos los comentarios y frases a destiempo que quizás hacen que parezca un poco gilipollas por momentos.
Aquí se acaba todo y empieza todo, he conocido a gente estupenda por aquí, he leído cosas que me han dejado sin palabras y otras que me han hecho reir a carcajadas. He gastado mi tiempo en ver, mirar y observar y sobre todo en esperar...algunas veces esa espera se ha visto recompensada pero otras me ha encogido el alma y no quiero que sea así...
Es curioso como pensando estos días, todo esto parecía más fácil, sentarse, abrir el blog y ponerse a escribir...sin embargo esto se hace un poco complicado cuando quieres transmitir algo, cuando no sabes quién está al otro lado, cuando tienes que temer por quién te juzga o a quién puedes o no hacer daño.
Todas estas dudas irrazonables en un medio social no deberían tener cabida y no deberían ser objeto de sentarme frente al ordenador a escribir esto, por lo tanto, estas cosas llamadas redes sociales, que no tienen otra misión que hacernos sentir que alguien está al otro lado leyéndonos, que podemos encontrar gente maravillosa, que nos hace ser maravillosos a nosotros mismos, deberían servir para pasar un rato agradable y no para sufrir desengaños, decepciones, que ya de por sí la vida nos ofrece sin tener que ir a buscarlas.
Por todo esto, una hace un paréntesis, a la espera de aclarar ideas, de encontrar nuevos caminos y de encontrar esa línea que separa la vida real de la virtual porque llegados a este punto es algo necesario.
Gracias a todas/os los que estáis leyendo esto y a los que no, también ;-)
Aquí sigo, de otra manera, pero estoy aquí, al menos de momento, porque tampoco tengo tan claro que esto sea real o una pataleta de niña pequeña...

Muchas gracias a todas/os:cris, adri, sara, marta, berto, iván, josé ángel, aku, dj jose, bla, bla, bla...Un besito a todas/os!

Nos vemos en breves! ;-)

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